
En la reducida pero intensa exposición "Jean Dubuffet o el idioma de los muros" que presenta el Círculo de Bellas Artes de Madrid, se puede rastrear, a través de un tema a priori tan banal como el muro, el interés característico del artista por las transiciones entre cultura y naturaleza, razón e intuición, realidad y abstracción.
El muro, elemento básico de la cultura material de la ciudad, acaba reflejando el paso del tiempo y transformándose bajo el efecto de la naturaleza. De trazado racional delimitador de la propiedad a soporte en el que dejan su huella los deseos e instintos humanos; sustrato en el que se impregnan los olores de la marginación y la suciedad de la abyección. De elemento real a abstracción, el paramento invita a trabajar la frontalidad eludiendo la perspectiva, la escala, la distinción entre figura y fondo, y la acción de la gravedad.
Observando estas transiciones, el ojo registra las estructuras y ritmos naturales en las series de litografías Etendues. Parois, Théatre du sol, Champs de silence y Tables rases, que sugieren esta actitud. Después, con este ejercicio interiorizado, la acción es ingenua, intuitiva, espontanea, mecánica, "automática", violenta... Araña, rasga, desgarra, marca la piedra litográfica; como un niño, un salvaje o un loco.
Dubuffet nos sugiere lo que nos contarían los muros cuando eramos salvajes; lo que recordamos de ellos de cuando eramos niños; lo que nos contarán cuando seamos locos.
1 comentario:
Muy buena pinta tu blog: ¡me gustan tus propuestas! Un saludo, S :)
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